El garbanzo es una leguminosa muy extendida en todo el mundo, pero especialmente en la India y en la zona mediterránea. Dentro de la gran familia de las leguminosas, que abarca más de trece mil especies, el garbanzo sobresale por su antigüedad, habiendo sido empleado desde tiempos prehistóricos. Se han encontrado rastros de él en excavaciones preneolíticas en Sicilia y neolíticas en Suiza, estaba presente también en los jardines de Babilonia, era muy común en el antiguo Egipto y fue el plato de sustento en los tiempos romanos, como lo atestiguan hallazgos hechos en las ruinas de Pompeya. fueron empleados como apellido (existía la creencia que de que se debía honrar a los alimentos de la huerta).Es decir que desde siempre los garbanzos han sido muy conocidos por sus importantes beneficios y propiedades, al tratarse de una de las legumbres más energéticas. Pueden ser muy sabrosos si se los prepara correctamente, demás son muy buenos nutritivamente. Razón suficiente para incorporarlos a nuestra dieta!!
Su componente principal son los hidratos de carbono de absorción lenta (y de ellos el más abundante es el almidón) proporcionando energía pero con unos niveles de azúcar en sangre muy controlados. Este efecto les hace que sean muy beneficiosos para los diabéticos que deben de controlar sus niveles de glucosa, así como prevenir la resistencia a la insulina, fase previa a la diabetes. El aporte proteico de los garbanzos también es importante, sin embargo no es mayor que el del resto de las legumbres secas. Además, sus proteínas son incompletas por ser deficitarias del aminoácido esencial metionina. Respecto a su contenido en lípidos, el garbanzo si se destaca del resto de las legumbres, sobresaliendo la presencia de ácido oleico y linoleico (ambos insaturados).
Además, son una muy buena fuente de fibra, y en cuanto a las vitaminas y minerales, se destaca el elevado contenido de folatos, vitamina B1, calcio, fósforo, hierro, potasio y magnesio.
Dado su elevado contenido en magnesio, fósforo y vitaminas del grupo B como ya dijimos, son necesarios para el sistema muscular y nervioso, también esta legumbre es adecuada en situaciones de estrés, irritabilidad, depresión nerviosa, nerviosismo y falta de sueño.
Por su alto contenido en potasio y escaso en sodio se puede incluir en dietas de control de hipertensión arterial, litiasis renal y cuando se desee eliminar un exceso de ácido úrico. Además, presentan un marcado efecto diurético. Su riqueza en folatos los hace recomendables en el embarazo para prevenir deformaciones del feto.
Los deportistas y vegetarianos pueden encontrar en los garbanzos una fuente alternativa de hierro y proteínas, que aunque sea de origen vegetal, complementa su alimentación de manera saludable, aportando a su vez, energía.
Para todas las personas que deseen variar su dieta mediante la incorporación de energía saludable, vitaminas, minerales y fibra, el garbanzo es una buena opción, versátil y de agradables sabor que puede dar origen a múltiples y diversos platos.
Habitualmente, no incluimos legumbres en nuestra dieta, pero sólo basta conocer sus propiedades y potenciales beneficios para darnos cuenta que un alimento tan sencillo como el garbanzo puede ser útil para favorecer nuestra salud.
Valores nutricionales de los garbanzos: 100 gramos de garbanzos aportan:
- Kilocalorías: 305
- Hidratos de carbono: 48,6
- Proteínas: 20
- Grasas totales: 3,4
- Fibra: 9,5
- Colesterol (mg): 0
- Vitaminas: (A, retinol: 30 / B1, tiamina: 0,50 / B2, riboflavina: 0,15 / B3, niacina: 1,5 / B6, piridoxina: 0,54 / C: 4).
- Minerales: (Sodio: 27 / Potasio: 580 / Calcio: 110 / Fósforo: 428 / Magnesio: 108 / Hierro: 6,5).