Palo Santo significa "madera sagrada" y es el nombre español para la Bursera Graveolens. Es una madera, proveniente de la región sudamericana del Gran Chaco (el norte de Argentina, Paraguay, Bolivia, Perú y Ecuador) que al combustionar, desprende un humo que tiene una serie de propiedades espirituales, que lo hacen ideal para la meditación, la relajación, la armonía en los encuentros íntimos de pareja, relajar situaciones de tensión dentro de una familia, etc. Tiene un aroma sorprendentemente fuerte y dulce cuando es quemado, por eso es usado como incienso para limpiar y purificar los ambientes de energías negativas (nuestra vivienda, habitaciones, oficina, etc.)
Casi todas las culturas antiguas han usado algún tipo de incienso como el relato bíblico de los Reyes Magos de Oriente. De la misma manera, el origen del Palo Santo es muy antiguo, lo utilizaban los Chamanes y Curanderos prehispánicos en sus rituales religioso-espirituales, como herramienta para atraer la buena suerte, alejar cualquier signo de negatividad, y como medio de conseguir una mejor comunicación espiritual con sus dioses.
Hay que destacar que no sirve toda la madera del árbol del Palo Santo. Sus propiedades solo se aprovechan, cuando el árbol ha muerto por causas naturales, por su propia vejez. Si cortamos un árbol de Palo Santo, no tendremos ningún beneficio. Además el árbol muerto por su vejez, deberá de pasar un tiempo de unos 3-4 años, realizando su camino natural de descomposición. Es en este curioso periodo cuando internamente la madera de este árbol va originándose una esencia, un aceite que a la hora de quemarse se transformara en un beneficioso, rico, y espiritual humo blanco, que nos limpiará de nuestras malas energías. Se dice que los espíritus de los árboles del Palo Santo se materializan en el aceite esencial y son los responsables de que este sea tan potente”. Por lo tanto en la recolección del árbol del Palo Santo, no se talan los bosques, solamente se recolecta lo árboles ya muertos, limpiando de esta forma la selva, en un acto 100% ecológico y protector de los recursos naturales.
Los Lengua-Maskoy, pueblo toba del paraguay, tienen la creencia que una fogata hecha con la madera del Palo Santo evita que los espíritus maléficos se acerquen a las viviendas. Le atribuyen tal propiedad debido a la particular claridad de las llamas que surgen de esta madera encendida. De hecho, se puede observar que muchos Lengua-Maskoy hacen su fuego casi exclusivamente con la madera del Palo santo. Si alguien del poblado ha visto un espíritu maligno o ha tenido contacto con una persona que ha visto un espíritu, se purifica a todo el pueblo con el humo del fuego esta madera. Este árbol también está presente en el ritual de los matrimonios indígenas. La pareja debe plantar una plantita de este árbol en ausencia de testigos para ligar sus destinos y que la unión dure eternamente.
A diferencia de otros inciensos, el palito de Palo Santo puede ser utilizado varias veces. Se puede utilizar una barrita de ese incienso como unas 15 veces, dependiendo del tamaño de la llama. Es recomendable que se deje desarrollar una llama bastante grande para obtener un intenso humo (durante unos segundos, para luego apagarla sacudiendo con la mano el palito, no dejar que el fuego arda por todo el palito). Hay que destacar que cada barrita suele oler un poco diferente dependiendo de la cantidad del aceite esencial que lleva y su tamaño. Normalmente las barritas mas finas suelen oler de forma mas intensa. Las barritas son muy útiles por ejemplo, para una limpieza, aromática o energética, de nuestra vivienda ya que nos permite desplazarnos por las habitaciones, inundando con el incienso en nuestra mano, todos los rincones de nuestra casa.
Otro de los usos del Palo Santo es medicinal. Su esencia es usada para curar heridas de la piel y la decocción de la corteza para tratar afecciones estomacales. También se emplea en fomentos calientes para tratar dolores musculares.
Huele a “Angel”
Tiene un aroma sorprendentemente intenso y penetrante, con un toque sutilmente cítrico, ligeramente dulce. Pero lo que realmente sorprende es su efecto facilitador para encaminar hacia lo sagrado, lo “indescriptible”, impregnando en el ambiente una sensación de armonía, paz y tranquilidad. El origen de la palabra perfume viene del latín antiguo, “per fumum” es decir, a través del humo. El humo en este caso se transforma en un vector con capacidad de comunicarse con los dioses o energías positivas.
Cuenta una leyenda que circula entre los Tobas, que en la época embrionaria del mundo, cuando los seres humanos formaban una pequeña minoría, COSAKAIT, el más apuesto y virtuoso de los varones de aquel grupo se había enamorado de una joven doncella.
Sin embargo no era correspondido por la bella mujer, y al sentirse desdichado enfermó gravemente. En su lecho de muerte llamó reiteradamente a la joven para verla por última vez, pero ésta se negó.
“Decidle que no quiero morir. Mas Yago (Dios) me quita la vida. Pero estaré siempre con ella. Adornaré su cabeza de flores perfumadas. Ahuyentaré los parásitos de su lado. Daré fragancia al agua que beban sus labios y laven sus ojos. Iré al cielo en el humo aromado de su ruego en la ceremonia del NAREG (danza del fuego). Y estaré donde ella se encuentre y le daré lo que pida…”
Tras estas palabras, la fiebre abrasó su cuerpo y murió invocando el nombre de su amada. Donde lo sepultaron creció el árbol COSAKAIT, característico por sus flores y madera perfumada. Apenado por su dolor, su dios le dio vida eterna en la forma de aquel árbol que luego se expandió por toda la selva, cumpliendo con las promesas del joven enamorado. Su madera tenía una suave fragancia y al ser quemada despedía un profundo y dulzón aroma. Era el Palo Santo, símbolo de amor, bondad y dulzura por un amor imposible”. Por ser tan elevado su valor y su nobleza, los Tobas consideran al Palo Santo como un palo sagrado y lo llaman precisamente “Cosakait”, en honor a la leyenda.