El pequeño grano de mostaza ha dado y da mucho que hablar y degustar al mundo. Muchos platos tanto en occidente como en el oriente tienen el sabor a Mostaza o combinan perfectamente con salsa de Mostaza.
La mostaza figura hasta en la Biblia y en la actualidad es uno de los ingredientes que se ajusta a la moda light por ser bajo en calorías y colesterol. Paralelamente puede ofrecernos muchos nutrientes que colaboran con el organismo y convierten a ésta en el aderezo más sano.
Los antiguos griegos la utilizaban para condimentar y el mismo Pitágoras la consumía para mejorar la memoria y alegrarle el espíritu. Los romanos la usaban como medicamento para el sistema digestivo y los dolores de cabeza, igualmente para el vino y en las comidas como condimento. Durante la edad media se difundió mucho más su consumo y hasta el día de hoy que se encuentra en los hogares y los restaurantes en forma de salsa preparada con mostaza, no se ha detenido su expansión.
Son muy conocidas las mostazas francesas (Dijon, Borgoña), las inglesas (es más clara y picante) y las alemanas (más oscuras y más suaves). Sus usos culinarios son varios. La variedad más utilizada es la mostaza parda (brassica juncea), ya que es mucho más fácil de recolectar por medios mecánicos. La mostaza negra sólo puede ser cosechada a mano y a pesar de ser más sabrosa, su costo de producción más elevado es un impedimento.
La mostaza no sólo tiene un bajo aporte calórico comparado con otras salsas, como la mayonesa por ejemplo, sino que además, tiene un bajo porcentaje de grasas entre las que predominan las monoinsaturadas, y posee hidratos y proteínas derivadas de las semillas que le dan origen.
Por otro lado, no podemos olvidar su alto contenido en potasio, calcio, magnesio, selenio, fósforo y vitamina C, micronutrientes con funciones esenciales para un correcto equilibrio interno y con acción antioxidante para proteger al organismo.
La única desventaja de la mostaza es su elevado contenido en sodio que puede superar los 2,5 gramos por cada 100 de salsa. Por eso, no podemos consumir mostaza libremente, pero si podemos escogerla como aderezo saludable y reemplazar la sal por esta salsa rica en nutrientes y sustancias buenas para el organismo.
Usos tradicionales en la medicina natural de las semillas de mostaza:
Anti-inflamatorio natural
Antiséptico
Puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer
Rica fuente de selenio
Fuente de ácidos grasos omega-3
Facilita la digestión mediante la promoción de la secreción de jugos gástricos
Estimulante (baños de inmersión)
