۞ Enjuagar los granos, retirando los partidos o rotos, y remojar de 4/6 horas en frasco de vidrio de boca ancha. Usar el agua de la mejor calidad posible, preferentemente mineral, hervida o filtrada. En la fase de absorción el agua pura es esencial, en los enjuagues subsiguientes pueden usarse otras aguas.
۞ Enjuagar, retirando el agua, y colocar un tul, lienzo o malla fina en la boca del frasco, sostenida con una banda elástica. Esto impedirá la introducción de insectos y facilitará el proceso de remojo y enjuague, que deberá realizarse dos o tres veces al día como mínimo, dependiendo de la temperatura y humedad del ambiente. En días frescos, cubrir el frasco con un paño para mantener la temperatura.
۞ Cada remojo radica en volcar abundante agua limpia en el interior del frasco, revolver y luego escurrir con el frasco invertido y en posición inclinada, cuidando que las semillas queden húmedas, pero no empapadas y mucho menos encharcadas y que haya ventilación en el interior del frasco (para evitar hongos). Estos remojos o riesgos deben ser equidistantes, por ejemplo, cada 6 horas o cada 8.
۞ Los brotes son muy sensibles, el ambiente psíquico en el cual se encuentre el cultivo, debe ser lo más armonioso posible.
۞ Consumir cuando el brote haya superado 2/3 veces el tamaño original de la semilla.
Pueden agregarse en ensaladas, sopas, guisos, licuados, jugos… El método puede aplicarse a otras semillas pequeñas (alfalfa, lentejas, fenogreco, etc.).