sábado, 15 de octubre de 2011

Tesoro del desierto, el Datil

“Uno de los frutos más energéticos y dulces de la naturaleza”

El dátil no es una fruta desecada, a pesar de que la consistencia y el aspecto pueden recordar a ésta, pero comparte similitud nutritiva con las frutas desecadas. Es el fruto de la palmera datilera, de unos 4-8 centímetros de longitud y color amarillo dorado cuando está maduro. Su carne, blanda y de sabor dulce, contiene un hueso alargado en su interior. Este fruto no se somete a un proceso de desecación, sino que se seca al sol en el mismo árbol y después se recolecta.
La medicina árabe una de las más antiguas, los utiliza en gran cantidad de recetas para la salud, aparte de la importancia alimenticia, como uno de los nutrientes básicos del desierto, donde las calorías son más que importantes.
Las afecciones para las que son utilizados, abarcan el espectro tanto interno como externo, así son mas que recomendados para dolencias relacionadas con la debilidad, como la anemia en particular ya que son muy ricos en hierro bio-disponible o sea de asimilación rápida, dándole una solución casi inmediata a esta dolencia.
Son muy ricos en azucares y minerales por lo cual se utilizan para jarabes, siendo la tos, una de las afecciones mas características que se ven controladas por ellos, por sus propiedades emolientes. Sirven para ablandar la tos cuando es excesivamente seca y para combatir los catarros de las vías respiratorias. Para ello se recomienda hervirlos con leche y comerlos acompañados de una buena taza de la misma leche en que se han hervido, bien caliente. Se darán tres tazas al día con media docena de dátiles para cada taza, pudiendo aumentar tanto la cantidad de leche como la de dátiles, si así se desea, sin temor alguno.
Así como los problemas respiratorios, bronquitis, asma, debido a su capacidad como relajante alveolar, que estimula la expulsión de las mucosidades, combinándolo con los higos secos, pasas de uvas y miel en decocción. Las gárgaras con el jarabe de dátiles son indicadísimas para los problemas de inflamaciones de garganta, como la amigdalitis, faringitis, etc.
Son depurativos por su riqueza mineral, favoreciendo así la sangre, nutriéndola a la vez de energía, ya que los egipcios es un fruto netamente solar, en lo que respecta a el almacenamiento de la energía del astro rey, “RA”, para los antiguos. En la medicina tradicional china, se habla del “Chi-Xue”, o la energía de la sangre, de la que depende la salud, y la estimulación de la misma es de vital importancia para reestablecerla, los dátiles en este nivel cumplen con la función energética que la sangre necesita.


Efectos sobre el organismo:
Tienen un gran valor nutritivo. Su pulpa es rica en sustancias azucaradas: glucosa, levulosa y sacarosa. Estos azúcares naturales son más sanos y nutritivos que el azúcar industrial refinada. Y aun cuando se ha dicho que el dátil es indigesto, es la más digerible entre las frutas que desarrollan alto número de calorías. Esto se debe a que la presencia de la vitamina B facilita la asimilación de dichos azúcares.
Contiene, además, otras vitaminas, como la A y la D, que favorecen el crecimiento y el desarrollo, tienen propiedades antiinfecciosas y facilitan la fijación del calcio. Posee también vitaminas Bl, B2 Y PP, antineuriticas y antipelagra.
Su riqueza en minerales aumenta su importancia nutritiva. Cien gramos de dátiles satisfacen las necesidades diarias de hierro. Es una de las primeras frutas en cuanto a su contenido en fósforo y su riqueza en calcio es también muy elevada; estos dos minerales favorecen el crecimiento.
En cuanto a su contenido en magnesio, es un alimento muy notable. Esta riqueza se explica por la alta concentración de magnesio en las aguas subterráneas que irrigan los palmerales. Como la ausencia de cáncer en la población de los oasis ha sido demostrada, es ésta una constatación de gran interés.
Los dátiles son considerados, pues, como un alimento tónico muscular y nervioso y como un preventivo contra el envejecimiento y el cáncer.

Quién NO debe comerlos

Los dátiles son un alimento prohibido para los diabéticos. Tampoco deben consumirse en casos de litiasis renal cálcica. Deben comerse con moderación por las personas de estómago delicado.