Cuando se habla de arroz integral se hace referencia al grano completo, con su cascarita o salvado, la parte más nutritiva. Existen muchas variantes de este cereal, una de ellas es el llamado Yamaní, que conserva las vitaminas y minerales que lo hacen muy completo en cuanto al equilibrio proteico-vitamínico-mineral.
Según los orientales, el arroz es el grano perfecto en cuanto al equilibro Yin-Yang, por lo que muchas personas confían en este alimento al momento de hacer dietas estrictas.
Se ha comprobado científicamente que su nivel de acidez-alcalinidad, o PH, es de 7. El "equilibrio perfecto" según los japoneses.
Se ha comprobado científicamente que su nivel de acidez-alcalinidad, o PH, es de 7. El "equilibrio perfecto" según los japoneses.
En la refinación del cereal, lo que conocemos como Arroz Blanco, se pierde de la semilla original el 30 por ciento de su peso, el 80 por ciento de grasas insaturadas que son buenas para el organismo, el 60 por ciento de sus sales minerales y, prácticamente, todas sus vitaminas.
El Arroz integral conserva estas dos capas externas: la primera, de color dorado, rica en proteínas, sustancias minerales y vitaminas; la otra, el germen. Es un gran productor de energía, aporta proteínas, hidratos de carbono, minerales como potasio, fósforo, calcio, hierro, magnesio. Asimismo, es de los pocos alimentos que contienen por sí mismos los aminoácidos esenciales para el cuerpo humano. Es por lo tanto un cereal muy completo, energético y de fácil digestión. Muy eficaz en el caso de enfermedades renales, cardíacas y vasculares, afecciones hepáticas y úlceras. Por otra parte, su aporte en potasio y su bajo contenido en sodio resultan indicados en los casos de presión arterial. Aquellas personas que padecen problemas de colesterol o presentan intolerancia al gluten encuentran en el arroz un alimento excelente para incluir en sus dietas.
El Arroz Integral Yamaní es el arroz menos refinado. Su aporte de fibra lo convierte en un elemento imprescindible para la salud, especialmente a la hora de regular el funcionamiento intestinal, reducir los niveles de colesterol y prevenir el cáncer de colon.
Al ser degustado el Yamaní tiene una textura masticable y posee un cierto sabor dulce parecido a la nuez. Sacia más rápido la sensación de hambre. Está especialmente indicado en casos de hipertensión, enfermedades renales y dietas de adelgazamiento; también para aquellas personas que realizan esfuerzos físicos en su trabajo o para deportistas. Es uno de los cereales más digeribles, mientras que el trigo pelado, avena en grano y cebada requieren una cuidadosa masticación, ya que al principio pueden no ser tan bien tolerados por el hígado. El tipo de almidón que se encuentra en el arroz yamaní se digiere fácil y rápidamente. Se requiere una hora para su digestión.
Para hervirlo, calcular una taza de arroz por 3 tazas de líquido, y, como todo cereal, incorporar la sal al final. Formamos una comida perfectamente balanceada al combinarlo con una proteína, preferentemente de origen vegetal, (para su mejor digestión y mayor aprovechamiento de los principios nutritivos de ambos alimentos).
Salud en cada grano
- Contiene un alto contenido de hidratos de carbono, por lo cual es un alimento altamente energético.
- No contiene gluten.
- Comprende la gama completa de las vitaminas B (beneficiosa para el sistema nervioso).
- Favorece la salud intestinal.
- Es hipoalergénico.
- Las proteínas del arroz están formadas por la mayor parte de los aminoácidos esenciales.
- Estabiliza la concentración de azúcar en la sangre.
- Su consumo contribuye notoriamente sobre enfermedades crónicas como cardiopatías, hipertensión arterial, diabetes, y ciertos tipos de cáncer.
No dejen de probarlo y compartirlo. Muy buen provecho!