miércoles, 1 de junio de 2011

Té Negro en Hebras. Una infusión con todas las letras.

Aunque originario de los bosques montañosos situados en los límites de India y China, el té (Camellia sinensis), se cultiva hoy en los cinco continentes. A partir de sus brotes y hojas se obtienen diversos tipos: té negro, verde, rojo y blanco. La región tealera argentina, concentrada en las provincias de Misiones y Corrientes, es la más austral del mundo.
El té es la bebida más popular del mundo, el agua es el único elemento que le gana en consumo. Entre 1,8 y 2 billones de tazas de té se beben al día y, además de sus propiedades como un poderoso estimulante, esta bebida también posee extraordinarias cualidades curativas que ya los chinos conocían hace tres mil años.
Existen cuatro variedades esenciales que se preparan con hojas de Camellia sinensis de las que se extraen hasta tres mil tipos, cada una de las cuales requiere de una preparación especial. Solo los muy expertos y amantes de esta infusión son capaces de conocer sus propiedades y diferenciar hasta apreciar cada una de ellas. Sin embargo, para los novatos, cuatro son las clases de té más extendidas y comunes, el negro, el blanco, el verde y el rojo.

El Té Negro es una bebida estimulante que nos aporta minerales como calcio, cromo hierro, fósforo, manganeso, potasio, hierro, flúor, zinc. Posee polifenoles, un potente antioxidante que protege al organismo frente a la nociva  acción de los radicales libres, que debilitan el sistema inmunológico y aceleran nuestro  proceso de envejecimiento. Ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares como  el infarto,  y las degenerativas e incluso ciertos tipos de cáncer. Poseen un efecto astringente, por lo que su consumo es beneficioso en caso de diarrea.

Elaboración del té negro

El té negro pasa por un proceso de elaboración que consta de cuatro etapas: marchitamiento, enrollado, fermentación y secado. Esta forma de elaboración es la que lo diferencia de otros tes como el verde, el blanco o el rojo y lo hace el más aromático. Es un té que se encuentra oxidado en mayor grado que las otras variedades.

Propiedades del té negro

El sistema cardiovascular es uno de los más beneficiados gracias al efecto antioxidante de estos flavonoides ya que:
  • El té negro mejora la capacidad de dilatación y contracción de los vasos sanguíneos (ya que ayudan a mantener en buen estado el tejido o endotelio que cubre el interior de los vasos sanguíneos) lo cual, según muchos estudios puede reducir el riesgo de ataques cardiacos. Esto también es beneficioso para aquellas personas con tendencia a la dilatación de los vasos sanguíneos.
  • Facilita la no oxidación del colesterol "bueno" y dificulta la formación de placas de ateroma que son responsables de muchos accidentes cardiovasculares.
  • El té negro tiene un aporte de Flúor que colabora en la prevención de las caries dentales.
  • A nivel externo, el té negro, hay personas que lo utilizan en casos de conjuntivitis o vista cansada (se aplicaría haciendo un baño o a modo de colirio) También puede disminuir las bolsas de debajo de los ojos (las típicas ojeras) aplicándolo en forma de compresas frías.
  • Su contenido en teína alivia la fatiga y puede aliviar el dolor de cabeza o cefalea cuando es por cansancio.
  • Es reconfortante y muy bajo en calorías, da una gran sensación de saciedad, lo que lo convierte en ideal para reemplazar otras bebidas que sí te aportan mayor cantidad de calorías.
  • Es diurético, el té negro colabora significativamente con la eliminación de líquidos del organismo.

Precauciones con el té negro

Su contenido en teína no lo hace recomendable para niños, personas nerviosas, gente con insomnio o sueño ligero y en todos aquellos casos en los que la persona nota que el estar más nervioso le hace empeorar de su problema en particular.
El té negro no está recomendado en casos de úlceras o gastritis ya que puede activar la producción de jugos gástricos.

¿Sabías que...?
Una vez preparado el té negro conviene dejarlo reposar un mínimo de cinco minutos ya que (además de que evidentemente está demasiado caliente) es el tiempo adecuado para que aporte o libere sus beneficiosos flavonoides.
Un par de tazas al día (mejor no tomarlo por la noche) es suficiente para notar sus beneficios. Ante cualquier duda para casos particulares lo ideal es preguntar al médico o especialista.
Anímate a probar el té en hebras, una experiencia muy diferente a tomar té en saquito. Es una exploración de los sentidos y el ritual de preparación hace que cuando te sentás a disfrutarlo tenga otro sabor.